Generación de imágenes por ordenador (CGI)
Las imágenes generadas por
ordenador o más conocido comúnmente por sus siglas en inglés CGI
(Computer-generated imagery), son un campo tan amplio que hoy en día
abarca casi la totalidad de los elementos gráficos que nos rodean.
Desde los videojuegos o el cine hasta la medicina y la publicidad han
visto un gran desarrollo y potencial en el la generación de imágenes
por ordenador.
Básicamente se trata de la
utilización de los ordenadores para la creación, representación y
manipulación de imágenes, es decir, de algún modo todo lo que
tiene que ver con el dibujo mediante ordenador podría englobarse en
lo que se conoce como CGI.
De
una forma muy global se puede establecer el inicio de este campo en
la década de los 50 cuando en el MIT se consiguieron las primeras
representaciones de dibujos vectoriales mediante los tubos de rayos
catódicos o CRT y que junto con la aportación de Ivan E. Sutherland
en el desarrollo de lo que hoy conocemos como dibujo asistido por
ordenador (CAD), se marcaron las pautas para todo el desarrollo
posterior de la generación de imágenes por ordenador.
A partir de aquí, y junto con
el avance en el desarrollo de los ordenadores y de la potencia de
cálculo de los mismos ha llevado a que actualmente la síntesis de
imágenes por ordenador no conozca más límites que la imaginación.
El
campo donde más fácilmente podemos ver esta evolución es en el de
los videojuegos o el cine. Desde la aparición en el cine del primer
personaje completamente animado y generado por ordenador en Las
aventuras del joven Sherlock Holmes
(1985) hasta la primera película generada íntegramente por
ordenador, Toy Story (1995) no hay mas que diez años de diferencia.
Esto nos da una idea de lo rápido que ha avanzado esta industria.
Actualmente, el CGI está tan
integrado en el cine y la publicidad que se hace casi imposible
distinguir cuando se trata de imágenes reales y cuando no. En
películas tan conocidas como Terminator 2, la utilización del
ordenador para la generación de los efectos especiales ya estaba
completamente asumida por la industria, pero no es hasta 1993 con
Parque Jurásico cuando la integración y el realismo es tal que se
hace indistinguible para el espectador, lo cual supuso un antes y un
después para toda la industria cinematográfica.
Hoy en día es prácticamente
inconcebible la realización de películas y publicidad sin la
utilización de ordenadores para generar escenas, personajes o
efectos especiales, porque su realización por estos métodos es
mucho más económica que la construcción de decorados o la
animación tradicional en stop-motion.
A pesar de ser esta una de las
aplicaciones más reconocida por todos nosotros, la generación de
imágenes por ordenador esta al alcance de cualquiera que maneje un
ordenador personal y gracias a la ingente cantidad de software
existente en el mercado, cualquiera puede acceder a estas
herramientas. Desde la utilización de las herramientas más comunes
como el Photoshop, Gimp, Corel o Illustratror, hasta las más
complejas como Autocad, Modo, Grasshopper, Zbrush o Blender, todas
ellas nos permiten explorar diferentes ramas del CGI.
En
cualquier caso cuando hablamos de CGI casi siempre se relaciona más
con el campo de la construcción de escenarios o figuras
tridimensionales con el objetivo de sacar imágenes en 2D que puedan
ser proyectadas en pantallas o impresas en papel. La búsqueda o no
de realismo con estas imágenes o las aplicaciones que ello pueda
tener son tan variadas que pueden ir de campos como la arquitectura a
la medicina o la industria del juguete.
Llegados a este punto podemos
comenzar a hablar de lo que se denomina “render”, lo cual se
puede definir como una imagen digital generada por ordenador a partir
de un modelo tridimensional que mediante un software especifico que
nos ayuda en el uso de algoritmos y diferentes formulas provenientes
del campo de la Óptica (reflexión, oclusión, refracción, etc) nos
permite generar imágenes extremadamente realistas y complejas.
Pero estas técnicas no solo
son usadas como métodos de representación para acercar al público
general el posible diseño de un edificio, de un mueble o el envase
de un perfume, sino que además, en la manos adecuadas pueden dar
lugar a trabajos con verdadero valor en sí mismos.
Dado que en el mundo en que nos
movemos, la facilidad de acceso a la información que supone
internet, y la sencillez que algunos softwares ofrecen al usuario
medio, prácticamente cualquier persona puede acercarse a la
realización de render con mejor o peor resultado y de una forma muy
sencilla. Pero como siempre, el software no lo es todo.
Como
iremos viendo poco a poco en este blog, en el mundo de los renders de
arquitectura, el modelo tridimensional es solo una ínfima parte del
trabajo de un buen infografista 3D (no más del 10%), aunque
habitualmente la mayoría de la gente cree que es lo principal. Pero
para conseguir buenas imágenes es necesario realizar un buen
tratamiento de la luz, del encuadre, la perspectiva, la composición
de la escena, la definición de los materiales, etc. Y para todo ello
no son necesarios únicamente conocimientos del software empleado,
que al final es lo de menos, sino que se necesitan algunos
conocimientos básicos de fotografía o de física para saber como se
comportan los materiales o como realzar una imagen para ir más allá
de una simple representación tridimensional y conseguir transmitir
algo más con ella.
© Olivier Defaye/AOKI/CG World / Francia
© Juan Altieri / Uruguay
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